¿Cómo saber si mi hijo está deprimido? (2ª Parte)
Como ya se trató en la primera parte del artículo, la depresión es un trastorno del estado de ánimo, que no solo es sufrido por adultos, sino que también se diagnostica en niños.
La sintomatología de este trastorno puede aparecer en el infante de manera progresiva o surgir de manera espontánea e inminente. En el caso de que se sospeche de la presencia de síntomas de tipo depresivo, es importante que se le observe y analice desde los distintos ámbitos vitales , destacando el escolar y familiar.
También es importante valorar otros aspectos en el niño, debido a que este trastorno presenta comorbilidad con otros trastornos , como los problemas de conducta (conductas disruptivas), ansiedad y TDAH. En adolescentes, en cambio, se encuentra asociado a trastornos de tipo disocial, abuso de sustancias, trastornos de personalidad, alteración de la conducta alimentaria y dificultad en el control y gestión de la impulsividad.
Estas son algunas de las señales que pueden ayudar a detectar o sospechar si el niño presenta síntomas de tipo depresivo:
·Desórdenes emocionales. Destacando estados de tristeza y de ansiedad, además de fragilidad emocional y llanto fácil.
·Suele parecer estar triste, sin ánimo y con poca energía.
·Somatizaciones, especialmente con dolores de cabeza y molestias estomacales.
·Suele quejarse de aburrimiento y siente pérdida de interés por actividades que antes le gustaban.
·Puede presentar un aumento o una pérdida de apetito y desórdenes en el sueño.
·Baja autoestima y baja tolerancia a la frustración.
·Dificultades en el rendimiento escolar, interfiriendo en la calidad atencional y en la concentración.
·Estado irritable, con un estilo comunicativo y cognitivo negativo.
·Presencia de conductas disruptivas.
·Aislamiento social, inapetencia del contacto social o deterioro en las relaciones sociales.
·Pobre comunicación con el entorno.
En el caso de que el niño presente algunas de estas señales, se recomienda acudir a un psicólogo con el fin de prevenir y detectar si presenta este trastorno. Si se diagnostica, se debe poner en marcha un plan de tratamiento específico para la mejora de su estado de ánimo y dotarle de estrategias para que pueda aprender a afrontar y a gestionar las situaciones que le generen malestar, fortaleciendo su identidad y su estado emocional.







